¿Money? Meeeeh…. Cambio para el peaje, quizás.
Este próximo sábado, Floyd ‘Money’ Mayweather, Jr. se presta a realizar lo que él dice que será el último combate de su carrera, ante Andre Berto, un oponente que muchos no creen que está a su altura, mucho menos para estelarizar una reyerta en el cuadrilátero por vez final.
Es obvio que al hablar de un boxeador, es difícil creer que su retiro será definitivo. Pero, si esta fuese la última pelea de Mayweather, ¿qué realmente es lo que le deja al boxeo? ¿Cuál es su legado final? Diálogo buscó la opinión de varios expertos, gente que lleva años viendo boxeo y forjando escrutinio en el arte de Fistiana. La intención era poner en perspectiva a Mayweather. En arroz y habichuelas, Mayweather se va del ring dejando un mal sabor de boca entre los amantes del boxeo, ora por su habilidad para caer mal, ora por su afán de esquivar oponentes, ora por el reguero de papelones fuera y también dentro del ring.
“Lo que Mayweather hizo fue maximizar su potencial económico peleando con la peor oposición disponible”, comenzó a discernir el columnista y principal escritor de boxeo de El Nuevo Día, el joven erudito José Sánchez Fournier.
“Peleó con (Miguel) Cotto y con (Manny) Pacquiao, pero con Pacquiao fue seis años después de que debían haber peleado. Era en 2009, 2010 cuando esa pelea debió haberse dado, con ambos en el tope de sus carreras. Pero Floyd esperó y esperó. Le siguió sacando chavos a esa espera. No peleó con Pacquiao cuando más bravo estaba, como hizo Cotto. Esperó que a Pacquiao le dieran el nocaut aparatoso de su vida, aquel que le dio (Juan Manuel) Márquez, y que su nivel bajara. Y con Cotto, Floyd peleó cuando pensó que estaba machucado tras perder con Margarito y con Pacquiao. Y pasó un susto, no pensó que le quedaba tanto a Miguel, que ha demostrado que le queda mucho aún”, apuntó Sánchez Fournier.
Para el cotizado analista, prueba de lo que dice puede verse en la venidera pelea de Mayweather ante Berto, quien entiende “no tiene ninguna oportunidad de vencer a Floyd”. Fue más allá: “Berto puede treparse con una pistola ese día al ring y creo que ni con eso tiene segura su victoria”. Sánchez Fournier, incluso, enumeró las decepciones que los fanáticos tuvieron que aguantar gracias a los caprichos de Mayweather.
“Vamos uno a uno. Con Zab Judah todos querían que peleara cuando estaba en las 140 libras, cuando Judah era una bestia noqueadora, pero Floyd no quiso, esperó a que Kosta Tszyu le metiera las manos en ese peso y lo desconchuflara, y luego lo cogió en las 147 libras, cuando la marea estaba bajita. Entonces, cuando Shane Mosley era campeón en las 135 libras, Floyd evitó subir de las 130 libras y pelear con él, ya que ambos eran campeones y era la pelea que la fanaticada quería. Cuando Shane brinca a las 147, es que Floyd sube a las 135 libras y allí lució pésimo ante José Luis Castillo, el que sabe de boxeo sabe que Floyd perdió esa primera pelea con Castillo”, expresó.
“Para colmo, está el mismo ejemplo de Kostya Tszyu, a quien Floyd evitó siempre, nunca quiso pelear con él. Ah, y ni hablemos de Antonio Margarito. Digan lo que digan de lo que pasó entre Margarito y Cotto, Floyd siempre le huyó a Margarito, porque sabía que le iba a dar problemas. Ambos estuvieron juntos en Top Rank, ¿por qué no quiso pelear con Margarito? Sencillo: Margarito era un boxeador del mismo estilo que Castillo, incluso, se parece un poco a Marcos Maidana, que le dio problemas también recientemente”, recordó Sánchez Fournier.
Es más, Sánchez Fournier opinó que huirle a Margarito sirvió como estrategia para que Mayweather abandonara la empresa Top Rank en ruta a convertirse en su propio manejador y formar el imperio que montó alrededor de su figura, basado, claro está, en la competencia floja. Hizo un espectáculo y dijo que se retiraba del boxeo. “Formó un salpafuera. Se metió Bob Arum a decir que Margarito era el gripe aviar de Floyd. Luego Floyd se fue a la lucha libre”, rememoró Sánchez Fournier, “y hasta estuvo en Wrestlemania contra The Big Show”.
Nuestro experto también piensa que Floyd hubiese tenido problemas si le habría tocado medirse con los mejores del mundo en otras eras del boxeo.
“Si lo pones en la década de los ochenta, Tommy Hearns le hubiese dado un nocaut asqueroso en las 154 libras, Sugar Ray Leonard lo hubiese paseado en las 147 y Roberto Durán y Julio César Chávez lo hubiesen atropellado en las 135”, puntualizó Sánchez Fournier, a la vez que interponía que “otros boxeadores como Sugar Ray Robinson también lo habrían noqueado”.
“De los boricuas, no tengo duda que Carlos Ortiz se lo ganaba en las 135 o 140. Benítez quizás no en las 140 o 147, porque a Benítez la cosa mentalmente se le ponía difícil después de tantos rounds. Lo mismo pasaría con el ‘Macho’ Camacho, aunque creo que en 135 o 130 ‘Macho’ hubiese sido un hueso duro de roer para Floyd. Con Tito Trinidad, pues creo que Tito se lo podía ganar en las 154, ya que su pegada era bestial en ese peso, pero en 147 hubiese confrontado problemas, pues Tito en ese peso empezaba frío. Y con Cotto… pues ya la gente vio lo que pasó. Hay gente que todavía piensa que Cotto ganó”, explicó Sánchez Fournier.
“Eso sí, tanto Tito como Cotto como Benítez como ‘Macho’ peleaban con los duros del momento, ya fuese por orgullo deportivo o para complacer a los fanáticos. Yo no puedo decir lo mismo de Floyd”, acotó.
Está Mayweather dentro del cuadrilátero y está Mayweather ante sus fans. Qué mejor forma de ver la representación de Floyd ante el público que echándole un vistazo a su persona en las redes sociales.
“En las redes sociales, un deportista mayormente publica fotos con la familia o ejerciendo el deporte que representa. Floyd Mayweather publica de todo, pero lo más que expone en las redes es su fortuna, las mujeres con las que sale y su consumismo desmedido, actos que llamas la atención porque se trata de un atleta de alto nivel y que actualmente es el mejor pagado”, reseñó Fernando Gaztambide, uno de los editores de Puerto Rico Boxea, popular concepto que empezó como un blog y una página de internet, pero cuyo despegue voraz se dio gracias a redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram y ahora Periscope.
“Tanto los fanáticos del boxeo como los ocasionales, todos saben quién es Mayweather. Todos tienen opiniones mixtas sobre él, ya que su personalidad y estilo de pelea no satisface a todos por igual. Su impacto en los medios siempre es muy alto por lo antes mencionado. Las tres peleas más vistas en la historia de los eventos de ‘Pague Por Ver (PPV) en el deporte del boxeo son de Mayweather: la primera versus Pacquiao, con 4.4 millones de televidentes, la segunda versus Oscar De la Hoya con 2.4 millones de televidentes y la tercera contra Canelo Álvarez, con 2.2 millones de televidentes”, resumió el experimentado cronista cibernético.
Son números que hablan por sí solos. En los ojos del editor de deportes de América Latina de Prensa Asociada, Ricardo Zúñiga, tales dígitos consolidan parte de lo que Mayweather significa para el boxeo profesional… pero no todo.
“Para mí, Floyd deja dos legados, y ambos son fuera del ring”, señaló en conversación con Diálogo.
“Más allá de lo que él hizo dentro del cuadrilátero, creo que vale adjudicarle el crédito de la creación del boxeador empresario. Si te pones a ver, Oscar De la Hoya lo hizo ya al final de su carrera. Fue justo antes de retirarse cuando Oscar se volvió su propio promotor. Floyd logró hacerlo muchos años antes de su retiro”, subrayó Zúñiga, aludiendo a la formación de Mayweather Promotions en el año 2007. “Se convirtió en un maestro a la hora de vender su imagen. De ‘Pretty Boy Floyd’ pasó a ser ‘Money’. Perfeccionó el arte de montar la película para promocionar. Ahí fue que hizo mucho, mucho dinero”, articuló Zúñiga.
Cómo dice esa canción del Notorious B.I.G., Mase y Puff Daddy: Más dinero, más problemas. Fue ahí cuando el ego de Floyd se volvió incontenible. En Las Vegas es intocable, según pudo constatar hace unos meses el portal Deadspin. Lo peor, empero, ha sido su comportamiento fuera del cuadrilátero.
“El segundo legado no es tan agradable”, interpuso Zúñiga, aludiendo a los numerosos problemas fuera del ring de Mayweather, en especial por violencia doméstica. “Es harto conocido sus casos de violencia doméstica, hizo tiempo en la cárcel por eso”, agregó el pilar de AP.
De hecho, en otro artículo de Deadspin se pasa revista sobre su historial de violencia doméstica. Incluso, todo aquel con acceso a Twitter y Facebook puede dar fe de la riña que este problema ha desatado con la actual sensación de las artes marciales mixtas, Ronda Rousey, quien no le saca el guante de la cara a Floyd. Hasta en ESPN se la deja caer.
Pero volvamos al deporte, arriba del ring. Sánchez Fournier ofreció varios ejemplos en su intento de resumir lo tóxico que la figura de Floyd ha sido para el boxeo.
“El daño que Floyd le ha hecho al boxeo se va a ver en esta cartelera versus Berto y luego en la cartelera de Canelo y Cotto, ya que serán dos peleas completamente opuestas en cuanto a acción se refiere. Fue un fiasco Floyd versus Pacquiao, y eso que las peleas del ‘Pac-man’ usualmente son entretenidas. Lo que pasa es que si Mayweather impone su estilo gana, pero aburre”, resumió Sánchez Fournier.
“Te voy a decir más”, prosiguió. “Floyd le ha hecho otro daño al boxeo y es que logró legalizar algo que es ilegal. Los aguantes, los ‘abrazos’, como le dice la gente, son una táctica tan ilegal en el boxeo como los golpes bajos”.
O sea, el tipo que pudiese ser considerado una de las peores cosas en pasarle al boxeo, según los estudiosos de la pureza de este deporte, se despide. Al menos eso dice Floyd, que se va. Lo más impresionante es que a la vez que Floyd ayudó a taladrar la credibilidad del deporte en el que, al fin y al cabo, triunfó, también ayudó a solidificarlo como un negocio.
“Gana más que Messi, que Cristiano Ronaldo, que LeBron, que Kobe. Pero, ¿cuántos lo idolatran como a estos jugadores? La gente lo que recuerda es que le da a sus compañeras, que es un ingrato, que bota chavos y fanfarronea al respecto. A los que idolatren el dinero, pues esto debe serle importante. Pero su legado es negativo, en cuanto a su figura en la cultura popular. Y yo creo que es tan egocentrista que va a volver”, manifestó Sánchez Fournier.
“Y, por supuesto, será por dinero” finalizó.