Los atletas de Puerto Rico regresaron de Toronto con 15 medallas, y las críticas no han faltado, especialmente luego de haber conquistado 22 preseas en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.
La realidad, sin embargo, es que hubo algunos intangibles que inhibieron que los atletas puertorriqueños alcanzaran la cifra de 18 a 22 medallas que el Comité Olímpico de Puerto Rico había señalado como sus expectativas.
“No quiero que esto suene trillado, pero ellos lo dijeron, que Toronto no era Guadalajara”, recordó el joven veterano del periodismo deportivo, Esteban Pagán Rivera, a dos días apenas de llegar de Toronto, donde lideró un equipo de periodistas en la cobertura diaria.
“Yo tuve la suerte de estar en Guadalajara y puedo decirte que el nivel de competencia en Toronto estuvo mucho, mucho más alto. Por ejemplo, en Toronto cayeron más de 80 marcas panamericanas en distintos deportes. Eso nada más te deja ver lo cuesta arriba que pudo ser para nuestro atletas. Pienso que si miramos más profundo todo lo que pasó, podemos entender que el saldo de 15 medallas fue uno justo, aun cuando hubo una baja en la proyección que se había hecho y en las 22 medallas que se lograron en Guadalajara”, acentuó Pagán Rivera.
Profundicemos entonces. Diálogo recurrió a dos periodistas puertorriqueños que estuvieron en Toronto – Pagán, subdirector de deportes de Primera Hora, y el editor de ESPN Hiram Martínez – para echarle un vistazo más agudo a la experiencia de los atletas boricuas en Toronto. De igual forma, miraremos cómo Puerto Rico puede mejorar su desempeño en ruta a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
Lo grandioso: Velas de oro y Culson de plata
Primero, hay que empezar con el oro. Los jóvenes veleristas Fernando Monllor y Raúl Ríos le dieron a Puerto Rico su única medalla dorada en Toronto, al conquistar la competencia en la modalidad de Snipe. Monllor y Ríos dominaron la competición con relativa comodidad. Ahora, es difícil que vean acción en Río 2016, pues no se compite en Snipe a nivel olímpico.
“Tendrían que cambiar todo y empezar a entrenar de nuevo en alguna de las modalidades que se compite en las Olimpiadas. Y tengo entendido que eso no sucederá. Es muy cuesta arriba que eso suceda”, resaltó Pagán Rivera.
De hecho, el periodista recordó que el experimentado velerista Enrique ‘Quique’ Figueroa, quien ganó bronce en Hobie Cat 16 junto a Francheska Valdés, “la tuvo bien cuesta arriba, pues llegó el día antes de la competencia ya que estaba en una clasificación olímpica”. O sea, dentro de sus condiciones, Figueroa llegó, cambió de bote, sacó fuerzas de flaqueza y como quiera se apuntó un metal de bronce.
Entonces, está Javier Culson. Ok, pues Culson no ganó oro, pero ante la calidad que se dio cita en Toronto, eso no era algo que se daba por sentado. Culson finalizó segundo con registro de 48.67, detrás del ganador Jeffrey Gibson, de Bahamas, quien dio la sorpresa y se llevó la prueba con 48.51, una marca personal para él.
“Culson hizo una gran carrera y llegó segundo. Pudo haber llegado primero si corriese de nuevo. También pudo haber llegado quinto. Ahí eso se podía ir hacia cualquier lado”, dijo Martínez, de ESPN, quien lleva cubriendo a Culson desde que estaba en ligas juveniles.
Lo chévere: Lucha y tenis de mesa siguen duros
Bien, ahora veamos qué deportes mantuvieron un nivel relativamente alto durante Toronto. Primero, hay que mirar a tenis de mesa, y la figura de Adriana Díaz, que conquistó los corazones de los presentes con su energía juvenil. Con Díaz y Brian Afanador a la cabeza de los equipos femeninos y masculinos, ambas escuadras se agenciaron sendas medallas de bronce, batallando ante equipos mundialistas como Estados Unidos y Brasil, que cuentan con competidores asiáticos nativizados y con una mayor tradición deportiva.
“Realmente, a mí Adriana me impresionó mucho”, relató Pagán Rivera. “Es decir, cada vez que iba a cubrir sus eventos, la gente lo único que hacía era hablar de ella. ¿Cómo es que esa muchacha se va de tú a tú con competidoras que son ocho, diez años mayor que ella? De verdad, que esa chica es un fenómeno y tanto ella, como el resto de los atletas de esa federación son bien jóvenes. No se sorprenda si estos muchachos son los que sacan la cara por Puerto Rico en competencias internacionales en un futuro, incluso a nivel olímpico”.
Martínez, por su parte, elogió las acciones de la Federación de Tenis de Mesa en ruta a los Panamericanos e, incluso, la destacó como un ejemplo a seguir para otras federaciones deportivas en Puerto Rico.
“Estamos hablando de una federación que no llega ni a los $70 mil en fondos y han hecho muchísimo más que otras que reciben el triple del dinero”, arguyó Martínez. “Las otras federaciones tienen que mirar a ver qué hace esta federación. Por ejemplo, ellos tienen intercambios con países que son líderes mundiales en ese deporte, como China y Suecia. Esta es una federación pequeña que piensa fuera de la caja, que busca más allá de lo que tienen en la mano”, agregó.
De igual forma, Pagán Rivera enfatizó en la labor realizada por el equipo de lucha, “que siguió sacando la cara y demostró que es uno de los equipos bandera de Puerto Rico”.
Lucha ganó tres preseas de bronce en las figuras de Jaime Espinal, Franklin Gómez y Edgardo López. Si bien es cierto que se espera algún tipo de medalla por parte de Espinal, quien ganó plata olímpica en Londres 2012, y de Gómez, medallista de oro de Guadalajara 2011, la de López llegó como sorpresa.
“Quizás la gente pudiera haber esperado plata u oro de Jaime y de Franklin, pero hay que recordar que, como todo deporte de combate, aquí el sorteo es un factor clave. Y en el caso de Franklin, él estuvo al frente en su combate por el oro, 8-2, y hubo algunas decisiones del árbitro que lo perjudicaron, y perdió 10-8 ante el de Estados Unidos. O sea, en deportes como los de Panamericanos y Olimpiadas hay muchas cosas pequeñas que significan la diferencia entre un oro y un bronce, incluso entre ganar medalla o no ganar nada”, apuntó Pagán Rivera.
Por ejemplo, en el caso de los boxeadores, el periodista recordó como tanto Jeyvier Cintrón y Kiria Tapia perdieron en la primera ronda ante los eventuales ganadores del oro en sus respectivos pesos, “pues, de nuevo, sufrieron el embate de un mal sorteo”.
“Pero entonces, tienes ahí dos casos que pudieran lucir bien a nivel olímpico. Ya Jeyvier tiene experiencia olímpica y ya clasificó, por lo que hay que mirarlo bien de cerca, pues no será el nene de 17 años que fue a Londres. Va a ser el primer boxeador en hacer dos ciclos olímpicos. Y Kiria también ya está en su segundo ciclo, aunque no haya ido a Londres. A los boxeadores siempre hay que estar pendiente, pues es un deporte donde siempre tenemos nivel mundialista”, manifestó, recordando que en este deporte Puerto Rico se llevó dos medallas de bronce, en los puños de los novatos Mónica González y José Rosario.
Así las cosas, fueron 15 las medallas obtenidas por Puerto Rico: una de oro, una de plata y 13 de bronce. Además de las 10 ya mencionadas en atletismo (una), velas (dos), tenis de mesa (dos), lucha (tres) y boxeo (2), Borinquen ganó un bronce en softbol femenino, faena que no lograba desde 1995, una en tiro, una en taekwondo, una en judo y, claro está, el bronce que ganó Mónica Puig, que quizás pudo haber decepcionado a más de uno.
“Pero, hay que mirarlo de esta manera”, comenzó a elaborar Martínez sobre la gesta de Puig. “Mónica debió haber ganado oro, pero ese día que perdió, la mexicana Victoria Rodríguez hizo el juego de su vida. Si juega 100 veces, Mónica le gana 99, pero fue ese día cuando le tocaba a Rodríguez. Para colmo, en el juego de la medalla de bronce, le ganó a Lauren Davis, la primera sembrada del torneo, que venía de perder con la colombiana María Duque, que fue la que ganó el oro. Así es el deporte en este nivel, chico. Cualquiera se gana a cualquiera”, añadió.
Entre otros resultados que cabe destacar, estuvieron las grandes actuaciones en béisbol, en ambas ramas, dónde Puerto Rico arribó cuarto, y, sobre todo, en voleibol, dónde, dijo Martínez, “jugaron tan y tan duro los muchachos que hasta uno dejó un tobillo en la cancha”, en alusión a la lastimadura que sufriera el atacante Steven González.
“Y las muchachas también demostraron que están en un gran momento”, sumó Pagán Rivera. “Ese equipo pudiera ser el primero en colarse en las Olimpiadas y quién sabe hasta dónde pudieran llegar”.
Lo más malito: El baloncesto, entre otros
“Lo único que considero que fue una gran decepción fue el baloncesto”, dijo Martínez sin tapujos. “Aunque no tenían todo los jugadores, los otros equipos tampoco los tenían. Teníamos a un coach de coaches que no dio lo que esperaba”.
Pagán Rivera incluyó entre las decepciones también a los deportes de gimnasia y esgrima, pero por razones distintas. Gimnasia, dijo, “sufrió una mala jugada del destino con la lesión de Luis Rivera, que nos quitó posibilidades de medalla en equipo”, mientras que esgrima “no lució como en el pasado, pero es porque ese deporte necesita tratar de manera profunda sus propios problemas internos como federación”.
“Lo que hay que mantener claro es que ningún atleta que fue a Toronto fue con la mentalidad de ir a perder, y quién piense eso está muy mal”, puntualizó Martínez.
“Eso sí, quizás sea necesario alguna reinvención de cómo se maneja el deporte en algunas federaciones, más allá de los fondos que sean. Yo soy de los que pienso que siempre hay que darle más fondos al deporte. Pero veamos el ejemplo de Guatemala, un país centroamericano que ganó ocho medallas de oro. ¿Qué está haciendo bien Guatemala que nosotros no estamos haciendo? Quizás haga falta un poco más de humildad para evaluarnos nosotros mismos y ver cómo progresamos. Los atletas son de los individuos más sacrificados que tiene una sociedad y no creo que ninguno haya ido mal preparado, pero quizás hace falta un mayor esfuerzo colectivo de análisis para no perder el temple”, finalizó Martínez.