Colores bajo el nubarrón

No hizo falta la quemazón de los rayos del sol. Tampoco hubo necesidad de la acostumbrada oscuridad y las sombras, para que San Juan se convirtiera en el principal cómplice de cientos de cuerpos que reclamaron a viva voz sus derechos como parte de la sociedad puertorriqueña. Y sí, cuerpos, porque ayer no hubo códigos…

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