El baile (cuento)
El calor de la tarde había secado el camino a tal punto que nuestras pisadas provocaban un leve polvorín que cubría nuestros zapatos y piernas, al descubierto. Alcé la vista preguntándole a Abuela hacia dónde nos dirigíamos, pues nos habíamos desviado de la ruta de regreso a la casa. Veníamos de visitar a su…
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