Poco importa la reputación en Brasil, si todos la perdieron
En Brasil, los dirigentes políticos no renuncian a sus cargos en medio de escándalos, ni siquiera cuando su reputación está totalmente enlodada. El ejemplo opuesto sería Japón, donde suelen suicidarse cuando los pillan en enredos sexuales o de corrupción. El presidente Michel Temer es un caso de obstinación en una situación moral indefendible, después de…