Confesiones de un adicto al fútbol
Como fanático iba a ver a mi equipo domingo a domingo, local o visitante. Como aficionado comencé a jugarlo a los 6 o 7 años y no paré hasta cerca de los 50, cuando, luego de unas cuantas fracturas, el cuerpo dijo “basta”. ¡Y miren si no seré un obsesionado que antenoche tuve un sueño…