Aún quedan gigantes
Este es, amigos, el nudo de nuestra soledad. -Gabriel García Márquez Al cabalgar por la finca de nuestro padre, lo más que le gustaba a mi hermana era sentir fuerte ráfaga del día revolcarle el pelo. Por eso nos pasábamos horas montando caballo, buscando ese momento en que el viento le gustara cambiar de dirección…
Detalles