El gol de Thierry Henry fue mmmm

Era el tiempo en que las notas del acordeón se desinflaban y el rímel de las cabareteras se corría debido a los goles de Eto’o y Belletti. Thierry Henry llegó al Café Le Téméraire. Era tanta osadía, tanta verticalidad. Una plática ¿fortuita? deja una moraleja, una enseñanza que escaparía de su percepción. Diálogo te presenta un relato literario, futbolero… poético.

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