De dolores y sus categorías
Han pasado tres semanas desde que nos acuartelamos en un pasillo mi no tan nuevo cónyuge, mis dos perros y yo. Apenas un mes del rugido aquel que se metía con violencia por puertas y ventanas. Un rugido largo y persistente que nos atormentó por horas y horas. Un rugido que fue seguido por un…
Detalles