Aracelia Batista y el tiempo que no se siente en la Iupi
Ha sido largo su andar por la Universidad de Puerto Rico. Poco más de medio siglo ha sido suficiente para transformar su abundante cabellera negra, en una menuda y blancuzca que recoge en una trenza hacia el lado. También, fue suficiente para enganchar unos anteojos sobre su tabique. Sin embargo, el tiempo no ha mermado…
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